viernes, 25 de febrero de 2011

Héctor A. Caldera Tosta / Venezuela


Héctor Caldera (Caracas-Venezuela, 1961), profesión original Ingeniero Agrónomo, hoy día Coach y Consultor en Desarrollo Humano y Organizacional. Publicó el poema en inglés … decade, en la revista Perspectives Georgia Tech International Festival Booklet 1990, Atlanta. Ha estado en talleres de poesía con Edda Armas y Armando Rojas Guardia, así como en recitales con el grupo El Ojo Errante. Trabaja con elementos poéticos en el ámbito gerencial y organizacional.
hectoranibal.caldera@gmail.com y la página de su firma consultora:
http://www.imagoconsultores.com/


A mitad del tranvía
vienes a encubrirme
con el hacha a cuestas

A mitad del espejo
vienes a contabilizar
cuántos colores sembrados
qué costos tuvieron los presagios

Me resistía
entre la palabra negada
y las hojas resplandecientes

A mitad del agua
vienes a enmudecer
el vientre se pliega
mientras aguardo

el dictado mayor


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Quinta La manguera

A Ernesto Aníbal Caldera

Bóveda de mangos silente presencia
resguarda la niñez con su griterío de fruta
lágrimas recogidas en los racimos del árbol
la neblina se filtra en las tercas consonantes
mientras juegan al escondite

Al caminar por la calle pregunto por el cielo
vuelvo a preguntar por heridas que no tengo
el canto de los huesos queda resguardado
con mi padre reposando en las venas

Ahora mis ojos despiertan el trote de los caballos
aunque llevo la fatiga de antiguas sensaciones
se anuncia el acto de atravesar el patio y enterrar piedras

De pronto largas nubes de la fruta
un niño distinto a mí me saluda
empiezo a orar sin saber por qué

La engañosa protección del verbo se desprende de la pulpa

La verticalidad desafía

El niño trepa y saluda.


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la adicción

como la rata o los insectos
merodea
enseña sus dientes o tenazas
te lleva a territorios ya conocidos
insiste en aquello que fue superado
las mismas acrobacias de siempre
de naturaleza plástica
con pasión de anime
subasta los anhelos
pregunta qué preguntar
los ríos se convierten en drenaje

por un instante
la lucidez insinúa presencia

mi ánimo sólo alcanza
hacer girar la manivela


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Certidumbre

dame un olor para saber que existo
Héctor Vera

Todavía los sentidos se confunden con la arcilla
mientras todos regresan a sus madrigueras

¿Cuál ruta escoger sin laberintos en el verbo?

Se asoma la duda con su cara de ataúd

Por ráfagas
emerge un instante
el sentimiento
único arraigo del recorrido

Su aroma queda encendido
en las certezas del cuerpo

8 comentarios:

Anónimo dijo...

"el canto de los huesos queda resguardado
con mi padre reposando en las venas"

Gran verso, contundente y nostálgico, de esos que se quedan

Felicidades parada poética, gran antología mundial en este blog

Fabián Morales

Anónimo dijo...

respiré toda mi infancia mientras leía el poema de la quinta de los mangos "un niño distinto a mi me saluda"..."La engañosa protección del verbo se desprende de la pulpa"
Una vez viajé a Venezuela, y leyendo este poema me vino el sabor de esos ricos mangos que tenés allá

me gustó tu poesía
te abraza desde Uruguay
Carmen Esther Ungaretti

Marcia dijo...

"su aroma queda encendido
en las certezas del cuerpo"

Un placer pasear por tus versos.

Un abrazo

Unknown dijo...

Gran satisfacción sentimos por tus logros, la historia de nuestra familia corre en el cuerpo, en las venas y en las frutas del alma infantil.
Hilda, Luis y Diego.

Anónimo dijo...

Héctor Caldera, me gusta la sensibilidad que tiene tu poesía

un abrazo poético te dejo en esta poética parada

Carlos Fierro desde ese Chile que honras

Joaquin Benitez M. dijo...

Muy intima, ¿Mangos de Las Palmas y Neblina de La Grita?. Me gusto mucho, la aprecio madura y muy personal, tendre que reeler para disfrutar el regusto. Un abrazo JB.

Pilar Patiño dijo...

Héctor, me parecen muy buenos tus versos, destilan sensibilidad, imágenes, colores, nostalgia, distancia y cercanía, que bueno que elegiste este camino, un camino que siempre se anda y cada vez madura más...Pilar

Hildegart Acosta dijo...

Haciendo hoy un recorrido por estas páginas de La Parada Poética, te leo y me deleito con tus poemas. Bellas imágenes, a veces nostalgia, incertidumbre... "¿Cuál ruta escoger sin laberintos en el verbo?"
Un abrazo, HILDE