martes, 1 de septiembre de 2009

CRISTINA PERI ROSSI



I LOVE CRISTINA PERI ROSSI

En el portal de Amazon
aparece mi nombre

al lado de Michael Jackson
Madonna y George Clooney

venden camisetas en tres tallas
(pequeña mediana mayor)
para hombres mujeres niños
o niñas

las camisetas blancas
tienen una inscripción
en letras rojas: I love Michael Jackson
Y love Madonna
Y love Goerge Clooney
Y love Cristina Peri Rossi
mi nombre es más largo
ocupa más espacio

Me pregunto quién habrá tenido
la alocada idea de quererme en camisetas
de Amazon

Sólo me gusta el No llores por mí Argentina
de Madonna
y detesto a George Clooney
(Michael Jackson me da un poco de lástima
tuvo una infancia difícil, como yo)

Al otro día las camisetas siguen allí
en el portal
a quién se le habrá ocurrido
que me ama tanta gente

como no me lo termino de creer

compro un par de camisetas Y love
Cristina Peri Rossi

-a ver si haces un poco de dinero-
dice mi amiga –que la literatura
no da para comer
parece que puede dar para vestirse un poco
pienso

A los quince días llegan por correo
las camisetas I love Cristina Peri Rossi

dos por cincuenta dólares más diez de envío
Pienso que amarme no es tan caro
podría ser mucho peor

Mi abogado dice que es inútil poner una demanda
Amazon no contesta
tiene una respuesta robot para todos igual

no sé a quién regalarle las camisetas

A mí, mi amor me queda grande.

"Playstation, 2009"



ANOCHE TUVE UN SUEÑO

Anoche soñé que hacia el amor con mi madre
Mi madre estaba desnuda y era muy guapa.
No se lo contaré al psicoanalista,
me dirá que esa no era mi madre
a pesar de tener su apariencia.
A los psicoanalistas les gusta mucho
que las cosas no sean lo que son.
Les pagan para eso.
Pregunté sobre eso a toda clase de personas
–hombres y mujeres-
y todos me decían
que no soñarían con eso
de ninguna de las maneras.
Hasta que me di cuenta de que no tenían
madres guapas.

"Playstation, 2009"


ESCORADO

Mirándola dormir
dejé que el barco se inclinara
lentamente hacia un costado
precisamente el costado
sobre el que ella dormía
apoyando apenas la mejilla izquierda
el ojo azul
la pena negra de los sueños
y por verla dormir
me olvidé de maniobrar
pensando en las palabras de un poema
que todavía no se ha escrito
y por ello
era el mejor de todos los poemas
tan sereno
tan sutil como su piel de mujer casi dormida
casi despierta,
tan perfecto como su presencia inaccesible
sobre la cama,
proximidad engañosa de contemplarla
como si realmente pudiera poseerla
allá en una zona transparente
donde no llegan las sílabas orando
ni el clamor de las miradas
que quieren acercarse
en la falsa hipócrita intimidad de los sueños.

"Descripción de un naufragio" 1974