sábado, 28 de febrero de 2009

CARMEN ELENA GONZALEZ SALAS


AJENA

De tanto dar rodeos,
esconderme,
he perdido el camino

y por mucho que intento
no logro recordar
el tono de mi voz

ni apretando los ojos
evocar algún rasgo
que me devuelva a mí

apenas un atisbo
en estas ganas tercas
de morir por un rato.

**********

Duermo


para que este cuerpo


que sólo vive por mi madre


entienda que estoy muerta


que nunca fui nacida




más aún así se empeña en el ausente


en la que pude ser pero no he sido


**********


Hubo una época
en mi vida

en que tuve una casa
un buen esposo
niños
y hasta un
perro

ladrando

tuve incluso

la dicha
de un pequeño jardín
en medio de la casa
con el tamaño exacto
para un cielo privado
y en él

un limonero

la vida

se hizo entonces
como un cromo:

estática,
feliz
y colorida

pero llegó la noche
de esos tiempos

porque

la astronomía, ya sabemos
es una ciencia exacta